Actualización de la ordenanza que regula los ensayos de Resistencia al Fuego

Como bien sabemos, la regulación de la resistencia al fuego de los productos de construcción es concluyente para garantizar la seguridad en edificaciones. A lo largo de los años, las normativas europeas han evolucionado para reflejar los avances tecnológicos y las nuevas demandas en seguridad y sostenibilidad. En este contexto, se destaca la transición del Reglamento 2000/367/CE al Reglamento 2024/1681.

Para entrar un poco en contexto, debemos decir que el Reglamento 2000/367/CE fue adoptado para establecer un sistema de clasificación unificado de las prestaciones de los productos de la construcción en lo que respecta a su resistencia al fuego. Su objetivo principal era armonizar las normativas nacionales, facilitando así el comercio de estos productos dentro del mercado único europeo y garantizando un nivel básico de seguridad contra incendios. El reglamento 2000/367/CE basado en pruebas de resistencia al fuego estándar para diversos productos de construcción, como paneles, vigas y puertas cortafuego. Utilizaba metodologías de prueba basadas en normas existentes, como las pruebas de resistencia al fuego en condiciones controladas de laboratorio, enfocándose en la capacidad de los productos para resistir la propagación del fuego durante un tiempo determinado.

Teniendo en cuenta el avance tecnológico aplicado al ámbito de los materiales y elementos de la construcción, se ha determinado que el Reglamento 2000/367/CE no cubre determinadas clases de prestaciones y, por tanto, limita la posibilidad de declarar unas prestaciones más detalladas y transparentes. Por lo tanto, es necesario establecer clases de prestaciones actualizadas en función de los últimos avances tecnológicos y de la evolución del mercado más reciente. Y así surge el reajuste de dicha ordenanza, y se refleja en El Reglamento 2024/1681 que amplía y actualiza las disposiciones del reglamento anterior. Reconoce la necesidad de incorporar avances tecnológicos y nuevas metodologías de evaluación de la resistencia al fuego.

Siendo realistas y actuales, la Unión europea considera que deben añadirse nuevas clasificaciones para elementos o productos no portantes con función de separación frente al fuego aplicables a las cubiertas no portantes, las barreras no mecánicas contra el fuego para conductos de ventilación, los sellados de penetraciones, los sellados de penetración combinados, los sellados de juntas lineales y las rejillas de transferencia de aire.

Así mismo, tomando en cuenta el progreso técnico de los métodos de evaluación, y en aras de la claridad jurídica, la Unión Europea considera que debe derogarse la Decisión 2000/367/CE ya que requiere también explicaciones y puntos de referencia más detallados en relación con los productos, incluida información revisada en los comentarios contenidos en el nuevo Reglamento Delegado (UE) 2024/1681 de la Comisión, el cual cubre los requerimientos y también explicaciones y puntos de referencia más detallados en relación con los productos.

La evolución de la normativa europea en materia de resistencia al fuego de los productos de construcción, desde el Reglamento 2000/367/CE hasta el Reglamento 2024/1681, refleja un significativo avance tecnológico y una adaptación a las nuevas demandas del mercado. El Reglamento 2000/367/CE estableció un marco fundamental para la clasificación de la resistencia al fuego, pero con el tiempo se ha evidenciado la necesidad de actualizar y ampliar estas normativas para incluir nuevas clases de prestaciones y metodologías de evaluación más avanzadas. El Reglamento 2024/1681 responde a esta necesidad, incorporando avances tecnológicos y ampliando las categorías de productos cubiertos, garantizando así una mayor seguridad y transparencia. Esta actualización asegura que los fabricantes puedan declarar prestaciones más detalladas, y confirma el compromiso de la Unión Europea con la seguridad, la innovación y la sostenibilidad en el sector de la construcción. La obligatoriedad y aplicabilidad directa de este reglamento en todos los Estados miembros asegura una armonización y cumplimiento uniformes, mejorando la protección contra incendios en toda la región.